Terminado un extremo del desarrollo del tendido, he dirigido mis trabajos hacia el opuesto, pero el camino no está allí nomás.
Luego de acoplar el módulo de la represa que estaba hecho según normas de un club, inicié el giro de la vía ascendente en altura, en tanto que la vía descendente se dividió en dos, para así simular un empalme proveniente de otro destino, aunque la realidad es otra.
Este empalme es la vía que se mete por detrás y bien debajo de todo el escenario de montaña, emergiendo luego en lo que será la punta de rieles que se situará encima de la mesa de trabajo y formará parte del taller, y además desde donde se armarán las formaciones, para posteriormente incorporarls al recorrido, en caso de ser foráneas y que requieran cierta revisión para la operación en la maqueta. En el extremo derecho de la imagen inferior se puede apreciar la via del empalme.
Pero no todo es simple, o mejor dicho, si es muy simple, al menos para mí es aburrido. La vía ascendente inicia un giro elevado sobre la vía descendente para salir en la maqueta como un tramo de vía que corre en la ladera de un cerro sobre el borde del tendido
La vía descendente se aproxima al borde en forma más atenuada con un amplio radio, para aparecer por debajo de la ascendente saliendo de un túnel y pasando por debajo de un puente que existe debido al giro continuo de la vía ascendente hacia la pared del fondo, aproximándose a una quebrada que dejará paso a un puente de caballetes, para la vía ascendente, y un puente de torres en acero para al vía descendente.
En las siguientes imágenes se puede apreciar claramente lo que menciono en este punto.
Confluencia de la vía de empalme (vía a la mesa de taller) con la descendente
Puente de la vía ascendente sobre la descendente
En la foto superior se puede ver claramente la vía del fondo que va a la mesa del taller
Puente de caballetes de madera por la que pasa la vía ascendente
